Consejos imprescindibles para disfrutar del sexo anal

Publicado por Juan Madinabeitia en

Si quieres incorporar el sexo anal a tu vida sexual, o si ya lo practicas pero deseas hacerlo aún más placenteramente, sigue estas recomendaciones:

1. Consenso entre la pareja

Tiene que existir acuerdo mutuo con respeto a la decisión de practicar sexo anal. Nunca tomes a tu pareja por sorpresa o a la fuerza. Siempre necesitarás su consentimiento para este tipo de coito. El sexo anal es una práctica que algunas personas nunca adoptarán, y es necesario respetar esta decisión personal.

El sexo anal impuesto puede generar resentimiento, aversión al sexo y dolor físico. Si existe consenso ambos podrán explorar esta práctica y disfrutarla.

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2. Lubricar bien la zona

El ano no se lubrica de manera natural como sucede con la vagina, por eso es imprescindible usar un lubricante especial para esta zona.

Esto evitará fisuras y lesiones al momento de realizar la penetración anal. En los sex shops venden lubricantes formulados para el sexo anal que son mucho más emolientes e hidratantes que los lubricantes vaginales.

3. Empezar a dilatar poco a poco

El esfínter anal es muy fuerte y se mantiene cerrado cuando está saludable y no existe incontinencia. El tamaño de este esfínter es bastante similar en las personas en cuanto a sus dimensiones. Sin embargo, hay quienes tienen mayor o menor tensión en esta zona. Por ello, después de la lubricación es necesario comenzar a dilatar poco a poco el ano, ya que en las personas no acostumbradas al sexo anal, el sólo hecho de tocarlo o intentar una penetración se suele desencadenar un fuerte reflejo de contracción.

Una buena técnica consiste en acariciar toda la zona con delicadeza. Primero toca suavemente el perineo – el área que se encuentra entre la vagina/testículos y el ano –con los dedos, para luego acariciar por fuera también suavemente el ano. Si las caricias resultan agradables para tu pareja, puedes después introducir con lentitud y gentileza la punta del dedo pequeño, e ir avanzando más hacia dentro, muy poco a poco.

Recuerda acariciar otras zonas del cuerpo de tu pareja al mismo tiempo, ya que al aumentar la excitación sexual se reduce la ansiedad y el ano se relaja un poco más.

4. Experimentar con juguetes sexuales que resulten “inofensivos”

Cuando tu pareja se haya habituado a la penetración con los dedos, pueden utilizar juguetes sexuales diseñados para el sexo anal. Elijan algo que sea menos voluminoso que un pene en erección. Los juguetes para sexo anal están especialmente diseñados para que no entren completamente en el ano, por lo que uno de sus extremos será más grueso que el que se inserta. Es importante no introducir ningún juguete que no sea indicado para sexo anal. A diferencia de la vagina, que es corta y tiene fondo, el ano conduce a un largo segmento de intestino, y se puede perder en él. La buena noticia es que el cuerpo está diseñado para expulsar materiales a través del recto y el ano y, en la mayoría de los casos, el objeto perdido saldrá espontáneamente.

5. Por último, la penetración

Puede que sea necesaria más de una sesión de juego anal previo antes de penetrar con el pene. Comienza lubricando, acaricia el ano, introduce un dedo suavemente y, si el ano se ha distendido lo suficiente, colócate un condón y procede a iniciar la penetración con muchísima gentileza y lentitud. Tu pareja puede estimularse el clítoris (o el pene, si la pareja es homosexual) para aumentar la excitación. Al penetrar, detén el avance cuantas veces sea necesario, para evitar lesiones en el ano. Cuando la penetración sea suficiente, comienza a moverte poco a poco, aumentando el ritmo y la profundidad de la penetración, a medida que ambos – pero especialmente tu pareja – se acostumbren a esta forma de coito. La penetración no debe ser muy superficial, ya que la presión del esfínter anal sobre el pene será muy intensa, y se llegará muy pronto al orgasmo. Para disfrutar de más tiempo en este tipo de relación sexual, será necesario entrar en el recto, que es una zona más distendida.

6. Posiciones sexuales más recomendadas

Al inicio, se sugiere adoptar posiciones sexuales donde la mujer (o la pareja receptiva) controle los movimientos y se sienta menos vulnerable, por ejemplo, la postura con el hombre acostado y la mujer encima de él (postura del misionero), o la postura con el hombre sentado en una silla. Después, cuando ambos tengan más confianza y práctica, el hombre puede abordar a la mujer desde atrás, a través de la postura del perrito o ambos acostados de lado.

7. Condiciones de higiene y protección

Es muy importante usar métodos de protección de barrera, como el condón, tanto si se realiza penetración con el dedo o con el pene, a fin de evitar el contacto con materia fecal. La zona anal contiene bacterias que pueden afectar tanto al hombre (infección urinaria, infección de la próstata) como a la mujer (infección vaginal). Por esto, es necesario que durante el coito anal se utilice el condón y después de finalizado, ambos se aseen prolijamente, en particular, antes de iniciar cualquier otro tipo de relación sexual. Nunca se debe introducir el pene en la vagina después de la penetración anal. Igualmente, es necesario tener cuidado que ningún fluido proveniente del ano corra hacia la vagina.

Por otro lado, utilizar el condón te protegerá de adquirir alguna enfermedad de transmisión sexual. Según una investigación publicada por el International Journal of Epidemiology, las personas que practican sexo anal tienen 18 veces más de probabilidades de adquirir el virus de inmunodeficiencia humano (VIH) – causante del SIDA – que aquéllas que practican sexo vaginal. Esto ocurre porque las personas tienden a no usar protección durante el sexo anal.


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